Miguel de Unamuno, autor de Niebla, es sin duda alguna un gran escritor, ¿ennieblado? No lo creemos, más bien ennivolado. Veremos al Creador y al creado, a Unamuno y a Augusto (su personaje), al que tiene el poder y al que prescinde de poder. ¿Es el autor un ateo confesado? Si lo fuera no le hubiera sido posible haber creado al protagonista de la novela, pues al no haber Creador para crear lo creado se convierte en una utopía la existencia. El existencialismo de Unamuno nos niebla el camino a una salida y nos enfrenta a un Creador al cual aparentemente no entendemos unos, no le creen otros, y le odia el pelotón de los auténticos desafortunados.
El escritor nació en Bilbao, el 29 de septiembre de 1864 y falleció producto de un ataque cerebral durante el fin de año del 1936.