En La Nación, de Buenos Aires, y algo más tarde en El Sol, de Madrid, número del 3 de diciembre de 1931 [...], Gregorio Marañón publicó un artículo sobre mi SAN MANUEL BUENO, MÁRTIR, asegurando que ella, esta novelita, publicada en La Novela de Hoy, número 461 y último de la publicación, correspondiente al día 13 de marzo de 1931 -estos detalles los doy para la insaciable casta de los bibliógrafos -, ha de ser una de mis obras más leídas y gustadas en adelante como una de las más características de mi producción toda novelesca. Y quien dice novelesca -agrego yo-, dice filosófica y teológica. Y así como él pienso yo, que tengo la conciencia de haber puesto en ella todo mi sentimiento trágico de la vida cotidiana.