Stanley Potts ya no tiene una vida normal: tío Ernie transformó su casa en una enorme enlatadora de pescado, y su locura lo llevó a extremos inaceptables. Ahora Stan se ha ido de casa, y viaja con un circo ambulante. Enfrentando sus miedos, Stan descubrirá, lejos del mundo conocido, su verdadera vocación: ¡Es el niño que nada con pirañas!