Un delicioso recorrido por el mundo de las salsas, que incluye, según sus características, una recomendación de cómo utilizarlas teniendo en cuenta el clima de las estaciones: Para el verano salsas que, si bien algunas de ellas pueden utilizarse frías o tibias, todas se imponen frías. Para el otoño, con excepción de la salsa de caramelo, predominan las preparaciones calientes, pero sin picante y de bajo contenido graso. Para el invierno salsas sustanciosas, de alto contenido graso y, eventualmente, también picantes. Para la primavera, salsas frutales y/o muy perfumadas.