Viaje al fin de la noche es una narración de rasgos autobiográficos. Su protagonista, Ferdinand Bardamu, enrolado en un momento de estupidez en el ejército francés y asqueado en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, decide desertar haciéndose pasar por loco, no sin presentar toda suerte de personajes pintorescos, y el absurdo y la brutalidad de la guerra. Tras esta y un noviazgo con una estadounidense, Lola, va a parar a un barco —en el que los demás pasajeros lo quieren linchar—, rumbo a una colonia francesa en África. Su descripción del sistema colonial francés es hilarante y sumamente crítico: dice, más o menos, que las colonias francesas son el paraíso de los pederastas y que todo se funda en la explotación del negro. Unas fiebres acaban con esa aventura y llega en un estado cercano a la esclavitud a Estados Unidos. Escapa en Nueva York, donde vive por un tiempo y se reencuentra con Lola, a quien extorsiona. Vuelve a viajar, esta vez a Detroit, donde traba amistad con una prostituta norteamericana, pero vuelve a París y ejerce la medicina a pesar del asco que le da su clientela.