Una bellísima novela sobre el amor, la superación y el optimismo. Una lección de literatura y de vida merecedora del Premio Strega.
El colibrí es un pájaro menudo que tiene la capacidad de mantenerse en suspensión en el aire. A Marco Carrera, oftalmólogo que ejerce en Roma, de niño su madre lo llamaba colibrí por su escasa estatura. El problema de crecimiento se solucionó con inyecciones de hormonas, pero Marco ha continuado siendo un colibrí por su habilidad para seguir en el aire a pesar de las adversidades.
Un día lo visita en su consulta el psicoanalista de su mujer y, saltándose el secreto profesional, le advierte de que esta ha descubierto que sigue carteándose con un amor de juventud. No será el único conflicto al que tendrá que enfrentarse Marco: deberá cuidar de sus padres enfermos –él ingeniero, ella arquitecta–, que durante su infancia escenificaron una familia feliz que no lo era tanto; deberá tratar de reconciliarse con su hermano, que ahora vive en Estados Unidos, porque sobre ellos planea la sombra del final trágico de la hermana muchos años atrás, y también deberá hacerse cargo de su nieta cuando su hija, madre soltera, deje de poder hacerlo...
Toda una serie de infortunios y golpes del destino que Marco siempre sabrá cómo afrontar sin perder el ánimo... Esta es una novela sobre la vida y sus altibajos, sobre la resiliencia, la empatía y el amor. Siguiendo la capacidad ya demostrada en Caos calmo y Profecía para abordar el dolor y su superación, Sandro Veronesi nos ofrece una lección de literatura y de vitalismo. El resultado es una emocionante novela sobre la necesidad de mirar hacia el futuro con esperanza y vivir con intensidad hasta el final, sobre la importancia de mantenerse en alto como el colibrí.