Maroma es un gato amarillo y atigrado que vive en la calle. Un día encuentra a Luisa, una niña que lo lleva a su casa y comienza a cuidarlo. Lo que Luisa no sabe es que Maroma tiene un secreto: no ve bien o, mejor dicho, ve las cosas de manera distinta a los demás y eso a veces le trae problemas, sobre todo cuando se trata de perseguir todos los objetos rojos, pues le recuerdan a su flor-mariposa perdida. Una entrañable historia sobre el amor, la aceptación y la capacidad de ver el mundo de diversas maneras.