El Islam es el encuentro entre Dios como tal y el hombre como tal.
Dios como tal, es decir, considerado no en cuanto ha podido manifestarse de tal o cual forma en tal o cual época, sino independientemente de la Historia y en cuanto Él es lo que es y, por tanto, en cuanto crea y revela por su naturaleza.
El hombre como tal, es decir, considerado no como un ser caído y que necesita un milagro salvador, sino en cuanto es una criatura deiforme dotada de una inteligencia capaz de concebir el Absoluto y de una voluntad capaz de escoger lo que conduce a Él.