Contra un mundo plagado de obligaciones, rutinas y otras cosas incomprensibles, los protagonistas de estos relatos se atienen a las pequeñas cosas, a las que pueden manejar. El eje de estos cuentos pasa por los congresos, los viajes, la vida familiar, los animales. Un hilo conductor une tan diversos asuntos: el interés por aspectos sutiles y curiosos que se esconden tras las prácticas e instituciones corrientes. Entre el desconcierto y la timidez, Hebe Uhart –una de la mejores cuentistas argentinas según coincide toda la crítica especializada– encuentra en los congresos, los viajes, la vida familiar y los animales un pretexto para pensar las relaciones y para desencadenar fantasías y temores.