Seamos honestos: todo el mundo quiere hacerse rico. No es ningún secreto. ¿Y por qué no deberías quererlo tú? La riqueza equivale a poder, libertad, seguridad y la capacidad de vivir la vida a tu manera. No solo quieres sobrevivir, quieres prosperar. Mira, yo he estado ahí. Lo he visto todo, los altibajos, y me he dado cuenta de que generar riqueza no es ninguna ciencia. Es un juego, y una vez que entiendes las reglas, juegas para ganar.
El mundo en el que vivimos se mueve rápido. Cada día surgen y desaparecen oportunidades. Ya sea en el mercado de valores, en el sector inmobiliario o en los negocios, tienes que estar listo para actuar. Si te quedas sentado esperando, te perderás algo. Y escucha, nadie se hizo rico quedándose quieto. ¿Quieres ganar a lo grande? Tienes que ser audaz. Tienes que correr riesgos. Pero, y esto es importante, también tienes que ser inteligente. No puedes tirar dinero a la basura y esperar que se quede. Así no es como los ricos se hacen más ricos. No, calculan cada movimiento. Piensan cinco o diez pasos por delante.
Ahora bien, el primer paso hacia la riqueza es la mentalidad. Déjenme decirles algo: si no creen que van a ser ricos, no lo serán. Para serlo, tienen que pensar como un ganador. Es así de simple. Tienen que creer que la riqueza no es solo para la élite, sino para ustedes. Las personas a menudo se limitan porque han sido condicionadas a pensar en pequeño. ¿Pensar en grande? Así es como se sale adelante. Así es como se cambia la vida. Observen a las personas más exitosas. No piensan en pequeño. No se limitan. Toman riesgos, apuestan en grande y ganan. Siempre.