Una característica clave de quienes trabajan para el Estado y le dan forma es que afirman sacrificar sus intereses personales y ejercer su función de modo desinteresado, por el bien común. Pero ¿es posible un comportamiento desinteresado, hacer algo a cambio de nada? ¿Habrá que tomar al pie de la letra los discursos altruistas de abnegación y devoción? ¿Cómo entender, por ejemplo, la brecha entre las reglas objetivas del derecho administrativo y las faltas que en la práctica se denuncian como prebendas, tráfico de influencias, corrupción, desvío de bienes? ¿Son los burócratas la clase pensante celebrada por Hegel o los usurpadores al servicio de la clase dominante denunciados por Marx?
En sus cursos magistrales de 1987-1988 y 1988-1989 en el Collège de France, Pierre Bourdieu abordó estas cuestiones examinando la formación de los campos jurídico y burocrático característicos del Estado moderno. Así, reconstruyó las condiciones históricas y sociales que permiten a un grupo consolidarse y encontrar sus propios intereses en el hecho mismo de servir a intereses que lo superan. Al poner el foco en la constitución del campo burocrático, dejó en evidencia la duplicidad e incluso la esquizofrenia de los universos y agentes dedicados a lo universal. En efecto, ese proceso necesita tanto la invención de un servicio público (o de un espíritu de servicio a la causa pública) como una gradual especialización que cree cuerpos autónomos en los que los individuos puedan seguir una carrera y ser recompensados. En otras palabras, campos donde se desarrolle un tipo especial de juego que siga las reglas del desinterés.
Poniendo en duda todos los supuestos y los moralismos de las almas bellas –que se resisten a escrutar las determinaciones materiales y simbólicas de sus prácticas–, y renovando las herramientas críticas, Bourdieu arroja nueva luz sobre la formación del Estado y del sistema jurídico modernos, a la vez que ofrece una nueva perspectiva sobre las numerosas profesiones que sostienen su acción invocando el servicio del bien común.