He titulado esta conferencia filosofía del arte “Cristiana y Oriental” porque estamos considerando una doctrina católica o universal con la cual no pueden compararse ni conciliarse las filosofías humanistas del arte, sino únicamente ponerse frente a frente (contrastarse); y filosofía Verdadera tanto por su autoridad como por su consistencia. No será inoportuno decir que creo en lo que voy a exponer: porque el estudio de un asunto, sea cual fuere, sólo puede cobrar vida hasta el grado en que el estudioso mismo de esa materia le imparta vida o no; la interdependencia de la fe y el entendimiento se aplica tanto a la teoría del arte como a cualquier otra doctrina. En el texto de lo que sigue, no distinguiré lo Cristiano de lo Oriental ni citaré autoridades por capítulo ni versículo; ya lo he hecho en otra oportunidad, y no temo que alguien vaya a imaginar que estoy propagando puntos de vista que considero míos, salvo en el sentido en que los he adoptado. No es el punto de vista de nadie lo que trataré de explicar, sino la doctrina del arte intrínseco a la Philosophia Perennis que puede ser reconocida ahí donde no se haya olvidado que la “cultura” se origina en la obra y no en el juego. Si empleo más el lenguaje del escolasticismo que un vocabulario de sánscrito, es porque estoy hablando Inglés, y debo emplear la clase de Inglés en que se pueden expresar las ideas con más claridad.
