El diálogo, o mejor, monólogo que se desarrolla es impactante, el Inquisidor condena a Jesús a morir en la hoguera al siguiente día. ¡es totalmente irónico! ¡Es la Iglesia fundada por Cristo mismo la que lo condena otra vez! ¿Porqué sucede esto?¿porqué molesta tanto a un jerarca la presencia de quien él mismo predica como el salvador del mundo?. La explicación se va desarrollando, el Inquisidor argumenta que Jesús se ha equivocado, porque la libertad por la renuncia a las tentaciones es una libertad elitista que sólo llegan a comprender unos pocos, pero, a decir verdad, ésta no la consigue la mayoría de la gente.