Si creyéramos a Ovidio, los romanos magnificaban el amor y la sexualidad. Pero no eran tan libres como nos hacen pensar sus elegías, sus poemas eróticos y sus estatuas.
En este libro, Paul Veyne nos proporciona una imagen de Roma totalmente distinta: la de una sociedad llena de tabúes, en la que coexiste el refinamiento aristocrático con la brutalidad; la virtud republicana y la violencia erigida en espectáculo; entre la justicia y la ley del Talión.
De este modo, el autor nos muestra un mundo lleno de luces y sombras y nos revela las múltiples facetas de los romanos en relación con la política, el dinero, la pareja, la sexualidad, la vida y la muerte.