Las guerras acaban. El odio perdura para siempre.
Una novela llamativa e intrigante, que parte de los horrores de la guerra de Vietnam y los integra en una historia trepidante.
Un asesino en serie mantiene en vilo a la ciudad de Nueva York. Sus acciones no entran en los esquemas conocidos por los criminalistas. No elige a sus víctimas. No las mira a los ojos mientras mueren... no elimina a una persona por vez. Golpea masivamente.
La explosión de un edificio de veinte plantas, seguida del descubrimiento casual de una vieja carta, conduce a la policía a enfrentar una realidad espantosa... y las pocas pistas sobre las que los detectives trabajan terminan en callejones sin salida: el criminal desaparece como un fantasma.
Vivien Light, una joven detective que esconde sus dramas personales detrás de una apariencia dura, y un antiguo reportero gráfico, con un pasado que prefiere olvidar, son la única esperanza para detener al asesino: un viejo veterano de guerra lleno de odio. Un hombre que se cree Dios.