Cuenta la historia de Bernarda Alba que, tras haber enviudado por segunda vez a los 60 años, decide vivir los próximos ocho años en el más riguroso luto. En la obra destacan rasgos de la 'España profunda' de principios del siglo XX que vivía en una sociedad tradicional muy violenta en el que el papel que la mujer jugaba es secundario, mezclado con un fanatismo religioso y el miedo a descubrir la intimidad. Con ella viven sus cinco hijas (Angustias, Magdalena, Amelia, Martirio y Adela) y sus criadas, entre las que se encuentra Poncia, una criada que ha vivido muchos años al servicio de la anciana.