Chile, 18 de octubre de 2019: una protesta popular sin precedentes sacude el sistema neoliberal mantenido desde el fin de la dictadura de Pinochet. 4 de septiembre de 2022: la propuesta constitucional elaborada por la Asamblea Constituyente surgida del estallido social es rechazada en referéndum.
Durante estos tres años, los movimientos sociales se han politizado con una determinación ejemplar, alimentando los debates dentro y fuera de la Asamblea Constituyente. La experiencia política así adquirida, rica en enseñanzas que van mucho más allá de Chile, abre una vía original, la de la reinvención de la democracia entendida como tarea de toda la ciudadanía, y no como monopolio de los políticos profesionales. Esta reinvención continúa. Requiere imaginación política para rehuir todo y cualquier intento de restaurar un lejano pasado idealizado o de replicar los recientes gobiernos «progresistas». Las feministas chilenas llaman a ese ejercicio «memoria del futuro».