Hubo un tiempo en que las playas eran un sitio de descanso. En la época del turismo extremo los viajeros necesitan otras emociones. Mario Müller, ex integrante del grupo de rock Los Extraditables, descubre una visionaria posibilidad en el Caribe: los placeres del miedo. Y a orillas de un inmenso arrecife de coral edifica La Pirámide, resort que ofrece peligros controlados hasta que un buzo muere fuera del agua. Müller conoce la naturaleza de sus huéspedes: unos crían arañas venenosas, otros juegan a la ruleta rusa, otros quieren actualizar los sacrificios mayas. En el arrecife, delicadas especies nadan entre piedras afiladas.
Reflexión sobre los daños que elegimos para intensificar la vida, esta apasionante novela de Juan Villoro describe una nueva ecología: el cambio climático vacía los hoteles y el lavado de dinero los regenera como emporios fantasma.
Pero Arrecife también es una historia de amistad, amor y redención. Mario Müller recupera a su mejor amigo para asignarle una misión que transformará tres biografías. Tony Góngora, narrador de los hechos, ha perdido buena parte de la memoria. La Pirámide representa para él una variante de la caverna de Platón, un sitio de aislamiento donde «conocer es recordar». La intriga policiaca lo lleva al fondo de sí mismo.
Con la ironía y la profundidad reflexiva que definen su escritura, Juan Villoro, uno de los mejores escritores latinoamericanos en tantos géneros literarios, otorga realidad a una utopía: los problemas de ese paraíso son las virtudes de una novela excepcional.
«Esas atmósferas ominosas que tanto nos recuerdan por momentos a las ficciones apocalípticas o fantasmagóricas de Ballard. Los diálogos tienen esa sequedad irónica de las mejores respuestas y observaciones psicológicas de un Chandler. Arrecife es una novela perfecta a la hora de sincronizar el desdén por la vida que se inflige el narrador y el esfuerzo casi titánico, agónico, de un moribundo Mario, el amigo capital, por indicarle la ruta de su salvación definitiva. En esta magnífica novela de Juan Villoro no hay tiempos muertos» (J. Ernesto Ayala-Dip, El País).
«Lúcida y poderosa lectura del pasado y presente, donde el terror, el sacrificio de los dioses y el mito se confunden» (J.A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia).
«La prueba irrefutable de que uno está ante un escritor de fuste reside en esa envidiable capacidad para cambiar de temas y registros cuando todo parecía dirigido a volver sobre lo mismo» (Ricardo Baixeras, El Periódico).
«Villoro se ha basado, para su libro, en ese fenómeno sadomasoquista de nuestra civilización que lleva a ciertos turistas del mundo desarrollado a disfrutar de un fin de semana en un campo de concentración o en una mazmorra de la Inquisición. Lo que él ha hecho es darle a su ficción unos tintes étnico-mítico-telúricos que la hacen totalmente verosímil… Una magnífica novela» (Iñaki Ezquerra, El Correo Español).
«No queda nada lejos de Crimen y castigo. Hay un asesinato, un diálogo moral potente y un personaje que lucha para redimirse… Villoro nos recuerda que las noticias de violencia son el pan de cada día en México y hay mucho turista que va desafiando el riesgo, consciente que se puede encontrar perdido en un ataque de guerrilla. Es para satisfacer este morbo que La Pirámide ofrece un catálogo de actividades peligrosas, destinado a aventureros temerarios que quieran tener una experiencia próxima a la muerte» (Josep Lambies, Time Out Barcelona).