Una apasionada y desgarradora historia de amor, un relato de venganza y muerte, una sentida exposición de las costumbres y los sentimientos de un pueblo, el inminente destino de toda una nación…
La primera novela de Ignacio Manuel Altamirano, publicada en 1869, puede leerse de distintas maneras, todas a la luz de la vida de un grupo de jóvenes de la aristocracia mexicana, dos hombres y dos mujeres, que al conocerse y atraerse irrefrenablemente, desatan una aventura amorosa de la que ninguno saldrá ileso. Con el paisaje mexicano que no es un simple trasfondo sino un importante protagonista, Clemencia, a pesar de su aparente convencionalismo en la narración, se revela como un texto amplio, en el que las posibilidades temáticas, aunque relacionadas entre sí, abarcan todo el espectro del mismo estado mexicano. Quizá la novela mexicana del siglo XIX, su lectura, al igual que varias de sus hermanas literarias (María, Cumandá –ambas en nuestra Colección 800–, Sab o Martín Fierro) se hace indispensable pues da una visión a la vez panorámica y minuciosa de la historia y las particularidades de las naciones latinoamericanas.