Manuel Roca y sus dos hijos viven en el campo, en una vieja granja aislada. Un día, un Mercedes viejo con cuatro hombres dentro sube por el camino polvoriento que lleva a la casa. Como si desde siempre hubiera esperado ese momento, Manuel Roca llama a sus hijos sin perder un segundo. Algo tan terrible como indescriptible está a punto de suceder, algo que cambiará la vida de todos ellos de manera irremediable, sobre todo la vida de la pequeña Nina.
Una historia vibrante y sugerente que hurga en las profundidades del alma humana. Los protagonistas son figuras perdidas en el espacio y en el tiempo, víctimas de una guerra infinita que, como todos los conflictos de la historia de la humanidad, despierta las pasiones y los instintos más escondidos. La pesadilla de la violencia, el rencor y la venganza dominarán los dramáticos sucesos acontecidos a Manuel Roca y a sus hijos. La espiral de odio que engulle a los personajes sólo parece disolverse gracias a la decisión de Nina, una mujer-niña que sabrá dar sentido, y también futuro, al dolor mayor, sin que haga falta verter más sangre.
Una historia de masacre y venganza, en dos tiempos; en el primero ha hecho evocar los nombres de Sergio Leone y A sangre fría de Capote, mientras que en el segundo, cincuenta años después, asistimos a un encuentro tan dramático como sorprendente.