El encuentro explosivo entre una princesa y un dragón ... Cuando Jay conoce a Kate, en el bar, le da una serie de atenciones para que la bonita pelirroja no sea insensible. Pero cuando la intenta llevar a un rincón discreto y la joven lo empuja, comprende lo que sucede: ¡esta chica es virgen! ¡Apenas si tiene la edad legal para estar en este bar! Si a Kate le gusta llamar la atención de un tipo robusto y tatuado, es porque él no tiene nada que ver con los chicos de buenas familias a los que ella está acostumbrada. Jay es un hombre, no un niño. E incluso si rechazó sus avances antes de que se atreviera a cruzar los límites, se consterna cuando las imágenes de su baile lascivo con su acompañante recorren las redes sociales ... ¡y su escuela! Para evitar tener una mala reputación, le pide a Jay que sea su novio hasta el final del año escolar. Divertido por la propuesta, Jay rechaza el dinero y, en cambio, exige favores sexuales. Sorprendida, Kate se niega y, después de negociar, acepta intentarlo, pero con una condición: ¡no debe tocar su virginidad! Jay acepta, decidido a hacerla cambiar de opinión. ¿Pero a qué precio?