Dos jóvenes huyen como amantes fugitivos agarrados de la mano, con el único propósito de abandonarse a la pasión.
Mori y Komaki huyen sin rumbo, no saben hacia dónde van, pero tampoco les preocupa. Sin importarles el mundo que les rodea, viven por y para su amor, como si este fuera el único sustento que necesitan para seguir adelante.
Hiromi Kawakami deconstruye el tópico del amor romántico de las obras clásicas vaciándolo de sentido y contenido. Lo encarna en dos personajes que están, incluso, dispuestos a morir, por algo que no es más que una fantasía.