Rosie es muy feliz en su laboratorio mientras trabaja como botánica, pero su familia quiere que asista a fiestas de alta sociedad para mantener el legado de la familia Linden ante la gente. Ella prefiere tener suciedad bajo las uñas, pero ha hecho un trato—si puede vivir según el criterio de su hermana y su madre durante un mes, la tendrán que dejar en paz. Pero Rosie no espera enamorarse en ese tiempo.