La invención de trastornos mentales se extiende a la infancia. Algunos problemas que tienen los adultos con la atención, la actividad y el humor de los niños están siendo capitalizados por la industria farmacéutica como dianas para la comercialización de medicamentos, sobre el supuesto de que son enfermedades cerebrales. Nos referimos, en particular, al TDAH y al trastorno bipolar infantil de reciente lanzamiento. Educar a los niños es mucho más complicado de lo que se piensa y el comportamiento de algunos supone un reto para su educación.