El protagonista de este cuento siempre ha sentido curiosidad por el lugar donde esconden los magos a los conejos que hacen salir de sus chisteras. Decidido a averiguar la verdad, se hace pasar por el presidente de la Asociación de Defensa de los Conejos de Sombrero, se cuela en una de las chisteras de un mago, y va a parar a la Isla de los Conejos de los Sombreros. Al fin ha conseguido la respuesta a su pregunta.