En esta obra autobiográfica, Jeannette Clariond ofrece una secuencia de imágenes entrañables. En Cuaderno de Chihuahua la poesía logra encabalgarse a la prosa, donde "peregrinaje y exilio son la fuente del silencio", y cuyas aguas confluyen para transformarse en la voz sutil y poderosa, no solo de una niña sino de toda una comunidad de desterrados libaneses que encontraron asilo en el norte de México.