Diciembre de 1949. Lenin, el chorizo con el que Miquel
Mascarell se reencontró en mayo de ese mismo año
en la cárcel, le pide ayuda para salir de un lío: ha robado
una cartera a un supuesto turista inglés que
acaban de asesinar por ella. Ahora lo persiguen a él.
Pero ¿qué contiene la cartera? Ni más ni menos que
uno de los catálogos de cuadros robados por los nazis
antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
El asesinado pertenecía a los Monuments Men, la organización
que, tras la guerra, se dedicaba a buscar y
recuperar las obras de arte expoliadas por los nazis.
En esta ocasión estaba siguiendo los pasos de uno de
ellos, oculto en Barcelona y en posesión de un preciado
botín por el que valía la pena matar.
Con la familia de Lenin instalada en su casa y alterando
su paz, con el aliento del comisario Amador
en la nuca y con el misterio de una enrevesada trama
que bucea en las telarañas de la derrotada ciudad,
llena de personajes ocultos y nuevos asesinatos que
lo complican todo, Miquel volverá a enfrentarse sin
más armas que su inquebrantable voluntad a los fantasmas
del pasado tratando, como siempre, de ser fi el
a sus principos y de mantener su ética.
Después de Cuatro días de enero, Siete días de julio, Cinco
días de octubre y Dos días de mayo, constantes en su recreación
histórica, la quinta y sorprendente entrega
de Miquel Mascarell no defraudará a sus seguidores.