«La ciudad entera sería "mi casa", toda Palermo me pertenecía como yo le pertenecía a ella», escribe Simonetta Agnello Hornby en este libro. La via XX Settembre se halla en las inmediaciones del Teatro Politeama, en el corazón de Palermo, y allí es donde, en 1958, se va a vivir la familia Agnello. Simonetta, con trece años, está a punto de empezar los estudios secundarios. De hecho, la familia ha tomado la decisión de trasladarse de Agrigento a Palermo para poder ofrecerles a ella y a su hermana, Chiara, una vida más estimulante: mejores colegios, conciertos, tardes en el cine, la casa de sus queridísimos primos a tan sólo unos pasos…
En Palermo se instaura un nuevo equilibrio familiar. El pequeño mundo formado por tíos, primos, personal de servicio, amigos y parientes constituye un microcosmos que es observado con la mirada atenta de la autora. Como telón de fondo, aunque en realidad es también la protagonista de este libro, una ciudad donde a las heridas de la guerra se añaden otras más devastadoras si cabe: las de la especulación urbanística. Palermo, espléndida y miserable, seduce a Simonetta. Su belleza y su perfume la deslumbran, aunque eso no impide que se insinúe en ella la percepción de una degradación cada vez más evidente. La ciudad se le revela al mismo tiempo que ella se revela a sí misma, a través de un mundo compacto, solidario, de la curiosidad por las cosas que la rodean, del amor por los libros, de los primeros atisbos de una conciencia cívica y política.