En este ameno final de su trilogía, Meg Medina, ganadora de la Medalla Newbery, nos presenta a Merci Suárez cuando ingresa en el octavo grado y pasa un año lleno de cambios —amistades que evolucionan, nuevas responsabilidades y dolorosas pérdidas—. Para Merci Suárez, el octavo grado significa un nuevo corte de pelo, juegos nocturnos de fútbol americano y una excursión de una noche fuera de la ciudad. También significa más quehaceres en casa y que tendrá que estar pendiente de Lolo si empeora su salud. Es un año repleto de más responsabilidades e independencia, pero también de más oportunidades de reinventarse. Merci siempre ha aceptado el hecho de que no es una de las chicas más populares, como Avery Sanders, quien probablemente será nombrada capitana del equipo de fútbol y siempre está viajando a lugares divertidos y comprándose ropa nueva. Pero entonces Avery comienza a hablarle a Merci más a menudo, y no solo como compañera de equipo. ¿Querrá esto decir que son amigas? Merci quiere hacerse la lista, pero con Edna siempre entrometiéndose en sus asuntos, Merci tendrá que decidir a cuál de las dos le debe lealtad. Ya se trate de los dramas escolares que confronta o los cambios en su dinámica familiar, los lectores sentirán empatía por Merci mientras ella descubre con quién puede contar —y lo que puede cambiar en un instante— en esta emotiva conclusión de la trilogía de Meg Medina, iniciada con su novela ganadora de la Medalla Newbery.