Tras un macabro asesinato, el teniente Mario Conde debe resolver un caso lleno de implicaciones religiosas, diplomáticas y culturales en la Cuba actual.
En la tupida arboleda del Bosque de La Habana aparece un 6 de agosto, el día en que la Iglesia celebra la transfiguración de Jesús, el cuerpo de un travestí con el lazo de seda roja de la muerte aún al cuello. Para mayor zozobra del Conde –el policía encargado de la investigación–, aquella mujer «sin los beneficios de la naturaleza», vestida de rojo, resulta ser Alexis Arayán, hijo de un respetado diplomático del régimen cubano. La investigación se inicia con la visita del Conde al impresionante personaje del Marqués, hombre de letras y de teatro, homosexual desterrado en su propia tierra en una casona desvencijada, especie de excéntrico santo y brujo a la vez, culto, inteligente, astuto y dotado de la más refinada ironía. Poco a poco, el Conde va adentrándose en el mundo hosco en el que le introduce ladinamente el Marqués, poblado de seres que parecen todos portadores de la verdad de Alexis Arayán... Pero ¿dónde, en semejante laberinto, encontrará el Conde su verdad?