Martin Luther King y Nelson Mandela propiciaron cambios que empezaron con la queja de que el status quo estaba equivocado y tenía que cambiar. Las quejas han hecho avanzar a la sociedad y han llevado a la abolición de la injusticia, pero hoy en día se asocian fundamentalmente a lamentos sin trascendencia y pleitos frívolos.
Para reivindicar la queja como una fuerza positiva y progresista, necesitamos saber de qué nos quejamos equivocadamente y por qué. Este libro –el primero de su naturaleza– explora los diferentes tipos de quejas de la gente, desde la contradictoria y la contraproducente a la paranoica.
Pasamos buena parte de nuestras vidas afrontando la distancia que hay entre cómo son las cosas y cómo deberían ser. ¿Debemos quejarnos o perseverar? ¿Debemos dirigir nuestra insatisfacción hacia los demás o asumir nosotros la responsabilidad? ¿Y cómo poner en práctica estas decisiones?
Este libro –un fascinante análisis de una parte esencial de la condición humana– le ayudará a responder a estas preguntas.