El político renacentista Maquiavelo ha pasado a la historia por haber hecho un análisis teórico del Estado moderno considerando la política como ciencia, libre de principios morales o religiosos y basada en el método del análisis para extraer las leyes que regulan las acciones humanas.
Destituido de la cancillería con la caída de la república florentina y el regreso de los Médicis a Florencia, Maquiavelo escribe en muy pocos meses su pequeño tratado El Príncipe, movido por su aguda percepción de la crisis política italiana y de la necesidad de lograr la unidad nacional, así como por su deseo personal de recuperar el favor de los Médicis para retornar a la actividad política.
En El Príncipe, Maquiavelo se opone a la decadencia de los príncipes italianos, que han caído en el favoritismo, la corrupción, el lujo y la comodidad, y busca en la antigua Roma el modelo de «virtud» —entendida como talento, esfuerzo, inteligencia e impulso personal— que ha de encarnar un nuevo príncipe para hacer resurgir a Italia.