Operación Masacre, un libro en el que se condensa lo mejor del oficio periodístico
En junio de 1956, un fallido intento revolucionario contra el régimen militar que había destituido a Juan Domingo Perón desencadena una operación represiva y clandestina que incluyó fusilamientos.
Seis meses después, Rodolfo Walsh recibe un dato: hay un fusilado que vive. Detrás de esa pista inicia una investigación que documenta el terrorismo de Estado y marca un hito en la historia del periodismo y la escritura.
A partir de la frase "Hay un fusilado que vive", disparador e insuperable mito de origen, Rodolfo Walsh, hasta entonces traductor, autor de cuentos policiales y convencido antiperonista, escribió Operación Masacre, un libro en el que se condensa lo mejor del oficio periodístico: un hombre dispuesto a dudar de sus propias convicciones va tras de una historia que investiga de forma minuciosa y vuelca el resultado en una prosa soberbia y contenida. Sin experiencia, enfrentando riesgos inverosímiles para un hombre como él, Walsh escribió este libro extraordinario que, casi siete décadas más tarde, se lee como una obra absolutamente contemporánea. Leila Guerriero
Ahí se inscribe Operación Masacre: en el pasaje de la ficción a la no-ficción, o en el gesto de fundación de la no-ficción, sostenida con recursos ficcionales. Lo que supone en definitiva ni más ni menos que este afán: el de dar con otra forma, más potente y visceral, para discernir la verdad; para investigarla, para establecerla, para probarla, para denunciarla. A partir de una premisa lúcidamente esgrimida por Rodolfo Walsh: que ninguna vul-neración de la ley será nunca tan grave, tan terrible, tan inadmisible como la que pueda cometer el propio Estado. Martín Kohan