Estudio realizado con niños de diversos entornos culturales y económicos y basado en la obra de dos importantes autores infantiles -Anthony Browne y Satoshi Kitamura- cuya premisa y punto focal es que los niños pequeños son expertos lectores de imágenes y que los álbumes ilustrados les permiten desarrollar su potencial de alfabetización visual y, en consecuencia, otras habilidades como la apreciación artística o la capacidad de lectura.