En veintinueve capítulos y a través de un puñado de personajes que recorren toda esta «casi novela» con sus vicisitudes, el autor desgrana su visión ácida del mundo moderno. Antes la gente tenía más vicios, fumaba en los bares, comía carne sin complejos, apreciaba más lo inesperado, actuaba con pasión. Ahora, en cambio, se prohíbe fumar, todo el mundo bebe menos en las fiestas, come sano y practica deporte, las ciudades parecen fotocopiadas unas de otras y lo «ecológico» triunfa por doquier. Quiere celebrar la ciudad como un lugar repleto de aventuras en cuyas callejuelas esperan las amantes más bellas, pero constata con horror cómo proliferan en ella los horrendos centros comerciales. Lamenta que en el mundo de hoy todo lo informal y erótico se combate, y todo lo pornográfico, en cambio, goza de la aprobación general. «Un alegato a favor de la desmesura y una diatriba contra todas las formas de disciplina, reglamentación y ascetismo» (Wiebke Porombka, Frankfurter Allgemeine Zeitung). «Un libro contra la banalidad de nuestra época y contra las técnicas neoliberales de autosuperación» (Der Freitag). «Un estilista brillante y un intelectual de pura cepa, sólo que lleno de ingenio y humor» (NDR).