Si en A la sombra del granado Tariq Ali novela el fin del dominio musulmán sobre la Península, en El libro de Saladino es la agitada vida de Salah al-Din, acaso la máxima figura política del islam medieval -protagonista de la Tercera Cruzada y de la recuperación de Jerusalén en 1187, adversario de Ricardo Corazón de León, reunificador del califato de Bagdad-, la que presta a sus páginas la sustancia narrativa. Con su ágil pulso, Ali no sólo recrea para el lector el exótico y evocador mundo de las Cruzadas y del Oriente de la época con sus florecientes ciudades, como El Cairo, Damasco o Bagdad, sino que levanta un sugerente elenco de personajes secundarios que sirven para articular un apasionante relato de las andanzas y hazañas del gran caudillo y guerrero, así como de las intrigas político-religiosas que conmovieron por entonces al mundo musulmán.