Este libro ofrece muchas ideas, reflexiones, propuestas y experiencias para lograr que las escuelas y las aulas sean más inclusivas, es decir, para que lleguen a ser contextos en continuo desarrollo, capaces de ponerse al alcance de aquellos alumnos y alumnas que encuentren dificultades en su participación y en su aprendizaje. Se basa en las investigaciones realizadas y en la experiencia acumulada por el autor en este campo durante más de veinte años. Incluye numerosas iniciativas orientadas a encontrar formas eficaces de apoyar a las escuelas y a los maestros para que den respuesta a las alumnas y alumnos con dificultades de aprendizaje.
El autor recomienda una orientación que consiste en el desarrollo de prácticas que sirvan para todos los alumnos y alumnas, considerando a quienes presenten dificultades especiales como auténticos estímulos de este proceso. De este modo, se establece una relación directa entre lo que suele denominarse 'educación especial' y la cuestión básica de conseguir que las escuelas sean mejores y más eficaces. Esta orientación contribuye a iluminar la idea de eficacia y, por tanto, hace que la obra resulte interesante para un amplio conjunto de lectores preocupados por la mejora de la escuela. El texto está salpicado de multitud de anécdotas y ejemplos, extraídos de investigaciones llevadas a cabo en diversos países, que incluyen descripciones de procedimientos y materiales que han demostrado su utilidad en la práctica escolar.