La hija del tiempo (en inglés, The Daughter of Time) es una novela detectivesca de 1951 obra de Josephine Tey, sobre la investigación de un oficial de policía moderno sobre los presuntos crímenes del rey Ricardo III de Inglaterra. Fue el último libro que publicó Tey en su vida, poco antes de su muerte. En 1990 fue votada como la número uno en la lista de las 100 mejores novelas policiales de todos los tiempos compilada por la británica Crime Writers' Association.1 En 1995 fue votada como la número cuatro en la lista de las 100 mejores novelas de misterio de todos los tiempos compilada por la Mystery Writers of America.
Alan Grant, inspector de Scotland Yard (un personaje que también aparece en otras cinco novelas del mismo autor) se siente aburrido mientras está confinado a la cama en el hospital con una pierna rota. Marta Hallard, una actriz amiga suya, sugiere que debería divertirse investigando un misterio histórico. Ella le trae algunas fotografías de personajes históricos, consciente del interés de Grant por los rostros humanos. Le intriga un retrato del rey Ricardo III. Se enorgullece de poder leer el carácter de una persona a partir de su apariencia, y el rey Ricardo le parece un hombre gentil, amable y sabio. ¿Por qué todos están tan seguros de que fue un asesino cruel?
Con la ayuda de otros amigos y conocidos, Grant investiga la vida de Ricardo y el caso de los Príncipes de la Torre, poniendo a prueba sus teorías con los médicos y enfermeras que lo atienden. Grant pasa semanas reflexionando sobre información y documentos históricos con la ayuda de Brent Carradine, un simpático joven investigador estadounidense que trabaja en el Museo Británico. Utilizando la lógica de su detective, llega a la conclusión de que la afirmación de que Ricardo es un asesino es una invención de la propaganda Tudor, al igual que la imagen popular del rey como un monstruoso jorobado.