RESEÑA “Carlos Ochoa, al igual que muchos venezolanos, no deja de preguntarse el porqué de nuestra fatalidad como país. Por eso quiere contarnos la historia sociopolítica reciente de Venezuela, con un lenguaje sencillo, haciendo un repaso por los antecedentes de la historia contemporánea, para luego poner el foco en aquellos actores, que según lo que él mismo vivió, también contribuyeron a llevarnos a este desmembramiento colectivo. Como en todo juego de poderes, en Venezuela también hubo protagonistas que se escondieron detrás del poder, que nunca renunciaron a su cuota de supremacía, sin importar el atentado contra las bases, demasiado jóvenes, de la democracia que apenas habíamos edificado. Ochoa nos rememora que estos actores fueron los llamados “náufragos”, especie de guardianes del Inframundo, que jugaron con el rumbo de un país en construcción y contribuyeron con la devastación, incluso propia. Ochoa nos entrega con esta visión una pieza perdida, que podría contribuir a reconocernos, dando un paso atrás, para mirarnos en perspectiva y así encontrar, en algún momento, una identidad nueva que nos guíe hacía un porvenir menos incierto. Muchos hemos comprendido que, en gran medida, nuestra realidad es consecuencia de los errores políticos pasados; otros proyectan la responsabilidad sobre un pueblo que describen sin educación, con una mentalidad paternalista. Aunque parece obvio, hay que decir explícitamente, que fueron los gobernantes con su ejemplo y ambición de poder los que se convirtieron en ese tipo de pater familia. Inclusive los idealistas creyeron en la magnificencia de un salvador y dador de todo bienestar. Los más jóvenes no parecen conocer a profundidad otros referentes que el caos social, económico y político existente, liderado por los dirigentes actuales. No pueden entender qué ocurrió y cuándo ocurrió. Y los más pequeños tampoco lo comprenderán con sus escuetos libros de historia, dentro de un proceso educativo cada vez más intervenido por la ideología política gobernante, volcados en la sobrevivencia. A ellos también va dirigido este libro.” Carmen Elena Ochoa.