Gracie Welles está atrapada en un internado de tercera en los pantanos de Florida. Por si fuera poco, se siente fuera de lugar y su método de supervivencia es mantener una estricta soledad autoimpuesta. Un día, por pura casualidad, evita que golpeen al chico nuevo de su clase, Wade Scholfield, y sin preverlo sus reglas de asilamiento comienzan a desmoronarse.
Gracias a Wade, Gracie descubre una nueva manera de existir. Las reglas de la escuela son opcionales, la vida es extrañamente perfecta y las conversaciones sobre agujeros de gusano pueden terminar en besos que desafían cualquier pensamiento lógico. Entonces, si todo parece perfecto a su lado, ¿por qué Gracie le rompe el corazón a Wade en un millón de diminutos pedazos?
Con humor ácido y escritura amena, esta es una historia sobre las peores partes de enamorarse por primera vez.