Lo último que Grant Whiting hubiera deseado, siendo el padrino de la boda de sus mejores amigos, era que lo emparejaran con la dama de honor, así que decidió pedirle a su hermano gemelo que lo sustituyera. Pero cuando en el ensayo de la ceremonia, Mitzi dio un puñetazo a su hermano, Grant se vio forzado a hacer de nuevo el cambio, es decir, a ocupar su verdadero lugar. Y entonces descubrió que ella era la mujer de sus sueños. Mitzi, sin embargo, estaba segura de haber encontrado al hombre de sus pesadillas.