Lysander Rosakis conocía muy bien a las cazafortunas, por eso cuando conoció a la bella Ianthe Dane en aquella isla griega, decidió no decirle quién era él realmente. Después de todo, lo único que deseaba era acostarse con ella cuanto antes y cuantas veces fuera posible.
Cuando Ianthe descubrió que Lysander era en realidad el propietario de una importante empresa naviera, se sintió herida y traicionada. Aquel guapísimo griego era el hombre de sus sueños, el hombre que jamás habría pensado que llegaría a conocer…