Keely Rhodes tenía la intención de seducir al guapísimo y famoso Lachlan Brant. La había invitado a pasar con él el fin de semana, seguramente con la intención de hacer algo más que trabajar... y lo mismo esperaba ella.
Las amigas de Keely creían que Lachlan era el hombre perfecto, así que la animaron a aceptar la invitación. Al regresar, Keely tenía muchos más cotilleos para sus amigas, porque había ocurrido algo que creía imposible… ¡Se había quedado embarazada!