Lisa tiene la fantasía de ser obligada a tener un orgasmo tras otro, atada y sin poder hacer nada para evitarlo. A pesar de palabras como "parar" y "detenerse" Thomas tiene que seguir, hacer lo que quiera con su cuerpo, sorprenderla con el látigo o con la polla. Lisa disfruta de lo que Thomas le da y se pone cada vez más cachonda. Las únicas palabras que pueden detener el sexo son las palabras de seguridad.¡Es hora de jugar!-