Para el inspector P. T. Marsh, el último año ha sido una pesadilla después de haber perdido a su mujer y a su hijo en un accidente de tráfico. Refugiado en el alcohol, una noche agrede a un neonazi que maltrata a su pareja. Al día siguiente, este hombre aparece muerto y el policía no sabe si la culpa es suya.
Mientras avanza una investigación que podría tenerle a él como objetivo, Marsh y su compañera Remy Morgan afrontan otro caso muy perturbador. La aparición del cadáver calcinado de un joven negro en un campo despertará viejos demonios en una ciudad como Mason Falls, en Georgia, donde el color de la piel siempre ha sido motivo de controversia, violencia y dolor. Abrumado, el inspector deberá resurgir de sus cenizas o se hundirá definitivamente, no hay término medio.
Esta novela fue incluida en la lista "Las 10 mejores novelas policiales" del año por The New York Times Book Review. Su debut fue finalista tanto del Premio Edgar como del Premio Thriller a la mejor primera novela.