Nadie se esperaba esto. Nadie imaginó tanto silencio en las calles, tanta angustia en los hospitales, la desesperanza de tantos. La única ventaja de la situación que vivimos es el tiempo que poseemos para reflexionar, una capacidad que marcará la diferencia. Es el momento de la responsabilidad, la entereza y el sacrificio, pero por encima de todo es un periodo para la meditación. Toca cavilar sobre nuestros errores, diferencias, prioridades y prejuicios, con la esperanza de que, cuando acabe la crisis del Coronavirus, seamos mejores, más humanos y solidarios. En las páginas de esta obra, diversos profesionales del periodismo, la historia, la economía o la política, entre otros, expresan desde un clima de reflexión personal su propia percepción de la crisis que estamos padeciendo. Unos de una forma visceral, otros conmovidos por su día a día, pero todos con un único objetivo: refrendar su compromiso con los héroes y heroínas que mientras escribimos estas líneas, luchan contra el virus genocida.