La palabra santidad viene de una palabra hebrea, kadash, que signifi ca “separar” o “poner aparte” o “distinguir”. Esta palabra es vital para poder entender el evangelio. Se nos llama a ser santos por el simple hecho de que Dios es santo. La meditaciones en El llamado a la santidad: Siguiendo el corazón de Dios por el amor del mundo exploran como se manifi esta la santidad de Dios dentro del marco de su auto-revelación como aparece en la Biblia y en nuestra vidas. Estas refl exiones nos muestran que la santidad˛junto con todos los otros atributos magníÿ cos de Dios˛siempre nos informa de quién es Él en su trato con nosotros. Un examen cuidadoso de esta doctrina importante nos conducirá a una relación más profunda con Dios y con nuestro prójimo, y por último afectará cómo vivimos en este mundo.