Con la escasez de alimentos impulsada por la caída de las capas freáticas, la erosión de los suelos y el aumento de las temperaturas, el control de la tierra cultivable y los recursos hídricos se están convirtiendo en el centro de la lucha mundial por la seguridad alimentaria. “En esta era de difícil acceso a los suministros alimentarios mundiales, la capacidad de cultivar alimentos se está convirtiendo rápidamente en una nueva forma de apalancamiento geopolítico. La comida es el nuevo petróleo”, escribe Lester R. Brown.
¿Cómo se verá la geopolítica de los alimentos en una nueva era dominada por la escasez y el nacionalismo alimentario? Brown esboza las implicaciones políticas de las adquisiciones de tierras por parte de los países importadores de granos en África y en otros lugares, y la disminución de las reservas mundiales debido a las malas cosechas. Con la sabiduría acumulada durante décadas de seguimiento a los temas agrícolas, Brown expone la, cada vez más, volátil situación alimentaria del mundo.