Bronte Mettlestone tiene diez años cuando recibe un telegrama en el que le informan que unos piratas asesinaron a sus padres.
Esto no la afecta demasiado: sus padres se fueron en busca de aventuras cuando ella era apenas una bebé. Se crió con su tía Isabelle (con la asistencia del mayordomo) y ha pasado una linda infancia entre tardes de té y paseos a caballo.
Sus padres le dejaron un testamento con instrucciones detalladas (instrucciones que, para colmo, fueron reforzadas con punto de cruz de hadas, lo que significa que si no se cumplen al pie de la letra, ¡podrían pasar cosas terribles!).
Entonces Bronte inicia un viaje a través de los reinos, completamente sola, para repartir los diez regalos que sus padres le dejaron a sus tías: una es dueña de una huerta de naranjas, otra es veterinaria especialista en dragones, dos son capitanas de un barco, y otra más es una rock star y actual monarca de un pequeño reino.
Pero mientras va de visita en visita, Bronte empieza a sospechar que quizás este viaje sea más que una simple entrega de regalos...