El filósofo Roger Scruton inicia este estudio sobre los fundamentos de la Nueva Izquierda en 1985, publicando un libro con este mismo nombre. En él analizaba, entre otros, a Sartre y Foucault, Habermas, Galbraith y Gramsci. Tras revisar el texto, incluyó a pensadores de infuencia creciente como Lacan, Deleuze y Guattari, Said, Badiou y Žižek. La edición de 1985 fue controvertida y recibió numerosas críticas en los círculos intelectuales europeos, por su estilo provocativo. Mientras tanto –eran los años de la caída del Muro–, era traducido en numerosos países de herencia comunista.
Scruton trata de explicar, según sus propias palabras, "qué hay de bueno en los autores que trato, y qué hay de malo. Mi esperanza es que el resultado pueda benefciar a lectores de todas las opciones políticas".